28 de Septiembre del 2020
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Estoy muy contento de que haya habido un
acuerdo de paz en el Medio Oriente, a pesar de que los palestinos no lo
cumplieron. Es Mi deseo que haya paz entre todos Mis hijos. Deseo que
todos estén unidos por el bien común. La razón por la que María
–Nuestra Señora de los Dolores– está exudando de vez en cuando un rocío
celestial en este lugar de oración es porque hoy día Ella lamenta
profundamente que el corazón del mundo siempre encuentra nuevas razones
para oponerse unos a otros; algunas veces de forma violenta. Si no
pueden vivir juntos pacíficamente en la tierra, ¿cómo podrán vivir
juntos en el Cielo? La violencia nunca es la solución; es parte del
problema. No permitan que quienes están en la mirada del público –los
medios de comunicación– hagan alboroto instigando la soberbia del
racismo, causando así nuevos problemas. Trátense unos a otros con miras
a tener paz, no más problemas.”
“Permitan que Mis mandamientos juzguen la diferencia entre el bien y el mal. Estén en paz, y promuévanla.”
Lean Efesios 4:1-6
Yo, que estoy preso por el Señor, los exhorto a comportarse de
una manera digna de la vocación que han recibido. Con mucha humildad,
mansedumbre y paciencia, sopórtense mutuamente por amor. Traten de
conservar la unidad del Espíritu, mediante el vínculo de la paz. Hay un
solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la
que ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida. Hay
un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Hay un solo Dios y Padre
de todos, que está sobre todos, lo penetra todo y está en todos.
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