3 mar 2014

Mensaje 27 febrero 2014 - EE.UU


Mensaje Público
San Pedro dice: “Alabado sea Jesús.”

“Es importante que toda la gente que vive en la verdad del Amor Santo reconozca su llamado esencial al apostolado porque la verdad no se puede ocultar, sino tiene que sacarse a la luz. Todo apostolado, si es del Señor, tiene que estar basado en el Amor Santo y la verdad. Si no lo está, es falso y lleno de error humano.”

“Este apostolado de amor y verdad es tan importante hoy como lo fue en los tiempos en que Jesús estuvo en el mundo. El amor y la verdad son el arsenal contra el error secular. Por lo tanto, está en oposición directa con los valores mundanos y la competencia.”

“Como apóstoles de la verdad y del amor, nunca deben permanecer callados. En mis tiempos, yo dependía de la gracia para presentar todas las oportunidades de evangelizar. Ustedes deben rezar de la misma forma y despertar espiritualmente para reconocer cada oportunidad.”

1ª Pedro 5:2-5

Apacienten la grey de Dios que les está encomendada, vigilando, no forzados, sino voluntariamente, según Dios; no por mezquino afán de ganancia, sino de corazón; no tiranizando a los que les ha tocado cuidar, sino siendo modelos de la grey. Y cuando aparezca el Mayoral, recibirán la corona de gloria que no se marchita. De igual manera, jóvenes, sean sumisos a los ancianos; revístanse todos de humildad en sus mutuas relaciones, pues Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes.



Mensaje Público

San Pedro dice: “Alabado sea Jesús.”

“Es importante que cuando inicie este esfuerzo –mi discurso sobre el apostolado–, comprendan la diferencia entre un discípulo y un apóstol. Un discípulo está en el primer peldaño de la escalera al apostolado. El discípulo ha escuchado los Mensajes sobre el Amor Santo y sobre las apariciones. Captaron su interés y se convierte, por así decirlo, en un alumno del Amor Santo. Algunos se vuelven falsos discípulos, explorando los Mensajes solamente para encontrar lo que ellos juzgan como error para que puedan justificarse de no creer.”

El apóstol, por otro lado, cree y vive los Mensajes. Además, acepta la responsabilizad de evangelizar con los Mensajes y de guiar a los demás en el camino del Amor Santo y de la verdad. Ese es el llamado al que yo respondí en mis tiempos.

“En estos días, los verdaderos apóstoles tienen que oponerse al falso discernimiento y duplicidad de algunos ‘discípulos’ y de muchos espectadores. Tienen que estar preparados para combatir en cualquier momento dado, siempre con la espada de la verdad. Deben predicar el Amor Santo, no solamente con palabras, sino también con acciones.”

“Todo el que sea un discípulo debe estar abierto al apostolado.”

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