Jacareí, 02 de Noviembre del 2014
MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Mis amados hijos, hoy,
cuando están celebrando la Fiesta de todos los fieles difuntos, o sea, de todos
aquellos que vivieron en esta Tierra la fidelidad a DIOS, a Su Ley de Amor y
que ya les precedieron en la gloria eterna. Yo les invito a mirar para el Cielo.
Miren para el Cielo que
les espera y que es la meta de sus vidas en la Tierra. Miren para el Cielo
buscando hacer todo por DIOS, con DIOS y en DIOS. Entiendan hijitos que la vida
sobre la Tierra, la vida de ustedes es muy corta y si la desperdiciaren en los
placeres y en las cosas mundanas, el momento de la muerte de ustedes será
terrible Mis hijos. Porque sentirán un gran remordimiento por haber usado mal
los talentos que DIOS les dio, el Don de la vida que DIOS les dio. El propio
tiempo que es un don precioso de DIOS y por haber usado mal los dones de DIOS, serán
castigados por toda la eternidad.
Reflexionen y vean que
los Dones, que los talentos que el Señor les dio son para hacer el bien, son
para que trabajen por la salvación de sus almas juntando mérito tras mérito
para alcanzar el Paraíso. DIOS les dio un tiempo en la Tierra para que lo usen
para practicar obras santas y así puedan llegar a la Gloria Eterna, que para
ustedes Él prepara.
Miren para el Cielo
buscando pensar en la eternidad, en las delicias que les esperan en el Paraíso,
sobretodo, la mayor de todas las delicias: ver a DIOS como Él es, conocerlo,
amarlo sin fin, disfrutar de todo Su Amor, de toda Su Paz. Sentir el poderoso
influjo de Su Amor, de Su Gracia, sin ningún obstáculo. Fluir Su Paz, Su Amor,
Su Bendición sin ninguna interrupción que sea. Y también la otra gran delicia
que DIOS les dará en el Cielo: la de verme, la de hablar Conmigo, de ver y
hablar con todos los Santos que tanto les aman y tanto rezan para que puedan
llegar al Cielo.
Piensen en el Cielo y
no pecarán, piensen en el Cielo y verán que los pocos momentos de pecado y
placer no valen la pena en esta Tierra, pues les harán perder el Paraíso por
toda la eternidad.
Hagan como los Santos,
mediten en el Cielo todos los días y esta meditación les dará fuerzas para
rezar con Amor, para hacer la oración viva con el corazón, para que renuncien
también al pecado y huyan de todo mal, y así el alma de ustedes verdaderamente
caminará veloz en la dirección al Paraíso, que es la meta de la jornada de
ustedes.
Miren para el Cielo,
tantas veces ya les dije esto aquí, especialmente también en el comienzo de Mis
Apariciones cuando Yo les daba el Gran Milagro del Sol. Decía Yo a Mi hijito
Marcos: ¡Miren para el Cielo! Con esto no quería apenas decirles para que miren
el Cielo, para ver la señal. Sino que decía: ¡Miren para el Cielo, para que
miren continuamente para el Cielo que les espera!
Miren para el Cielo,
haciendo de ello la meta de ustedes y no las cosas terrenas. Miren para el
Cielo, no mirando nunca para las cosas terrenas que son pasajeras y efímeras y
que les quiere distraer del objetivo de ustedes, que es el Cielo.
Miren para el Cielo y
verán Mis hijos, lo cuanto DIOS es bueno para ustedes por haber creado tantas maravillas
eternas para recompensarles por todo lo que hubieran hecho por amor a Él en la Tierra. Y Él les
dará entonces, un galardón, una recompensa tan grande que todos sus
sufrimientos parecerán un nada, una paja lanzada en el fuego.
Por eso hijitos, recen,
recen y recen hasta que sus corazones quieran el Cielo, deseen el Cielo,
busquen el Cielo y hagan todo para alcanzar el Cielo.
Soy la Señora del
Paraíso, Soy la Señora del Cielo que viene a la Tierra para decirles: El Cielo
fue hecho para ustedes y ustedes fueron hechos para el Cielo. Adán y Eva fueron
hechos para el Cielo, para el Paraíso, pero despreciaron este Cielo,
despreciando a DIOS y la orden recibida de DIOS.
No hagan lo mismo
hijitos, para que no pierdan este Cielo, este Paraíso que Mi Hijo Jesús
conquistó para ustedes y abrió para ustedes con Su Vida, Pasión y Muerte
dolorosísima en la Cruz. No sean ingratos Mis hijos, no desprecien los
sacrificios de Mi Hijo, tanto dolor que Mi Hijo sufrió para abrir para ustedes
este Paraíso.
Amen el Cielo, amen el
Paraíso y hagan todo para entrar en este Paraíso. Desprecien a ustedes mismos,
su voluntad mala e inclinada para el mal. Desprecien el mundo, desprecien las
modas, los pecados de este mundo para conservarles en el sendero del Cielo, como
Mi hijita Gemma Galgani, Mi hijo Gerardo Mayela y todos los otros Santos,
síganlos e imítelos.
Este mes, es el mes de
los Santos por excelencia, mediten en la vida de Ellos, piensen en la vida de
Ellos, sigan Sus pegadas, recorran a Ellos con amor y confianza pidiendo las
Gracias que necesitan para ser Santos también.
Yo les amo mucho y
quiero la salvación de ustedes cueste lo que cueste. Por eso les digo hijitos:
Coloquen de nuevo el Rosario en las manos y recen, recen y recen hasta que la
oración se torne viva, se torne una alegría para ustedes.
Yo estoy con ustedes y
deseo decirles: No teman en sus tribulaciones y sufrimientos, porque la Madre
del Cielo está vigilando cada uno de los hijos de Ella y no permitirá que el
mal prevalezca sobre ellos.
Recen, apresuren su
conversión, porque el tiempo que les resta es muy corto.
Atiendan el Mensaje de
La Salette. Divulguen Mi Mensaje de La Salette , propaguen y hagan con que todos
conozcan más Mi Mensaje de La Salette.
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