Jacareí, 21 de Febrero del 2015
MENSAJE DE SANTA LUCÍA DE SIRACUSA
“Mis
Amados Hermanos, Yo, Lucía, Me alegro nuevamente por estar en medio de ustedes
y por traerles el Mensaje que Dios Me encargó de comunicarles esta tarde.
Es
tiempo de Cuaresma, es tiempo de conversión. Conviértanse, con todo el corazón,
volviendo al Señor, que les espera de brazos abiertos, para darles Su Perdón y
Paz.
Si
vuelven a Dios hoy mismo, Él les perdonará y les dará de nuevo la Gracia de Su
Amistad, de la unión con Él, de Su Paz y de la Salvación.
Conviértanse
y renuncien a cada uno de sus pecados, sus malas obras, para que Satanás no
tenga poder sobre ustedes y no les pueda llevar a la perdición.
Renuncien,
por lo tanto, a toda forma de pecado y a toda tentación que Satanás les
sugiere. De modo que sus almas cada día, se vaya purificando más y más y
preparándose para el encuentro con el Señor Jesús, que ya vuelve a ustedes muy
pronto en la Gloria.
El
fin de los días se aproxima no hay más tiempo para jugar, ni para enredar su
conversión. No posterguen más. Busquen verdaderamente cambiar la vida de
ustedes, para que así, comenzando de ustedes, todos los otros corazones a su
vuelta también cambien y encuentren finalmente la salvación y estén preparados
para el retorno del Señor Jesús en la Gloria.
Conviértanse
y vuelvan al Señor por el camino del amor, de la bondad, de la pureza, de la
justicia, de la Fe, de la Oración y del Sacrificio. Para que todos los días de
la vida de ustedes salga una gran luz que disipe las tinieblas del pecado que
ahora cae sobre el mundo.
¡Recen
bastante! Solamente el alma que reza bastante puede tener la Paz de la
presencia de Dios en su alma. Busquen esta presencia, recen con el corazón y la
sentirán.
Porque
Dios dijo: “Yo estoy cerca, Yo Me dejo encontrar por todo aquel que Me busca”
y la Madre de Dios también les dijo: “Quien Me busca, Me encuentra y quien Me encuentra,
encuentra la Vida, la Vida en Dios, la Vida en abundancia, la Verdadera Vida”.
Yo
Lucía estoy cerca de ustedes para conducirles hasta Cielo y les tomo por la
mano, conduciéndolos paso a paso para este Cielo.
No
sean orgullosos diciendo: “Estos mensajes
nos mandan rezar todo el tiempo, y siempre es ‘Rezar’ y no tienen nada de nuevo”.
Renuncien
a este orgullo Mis queridos hermanitos, porque Yo sé bien que muchos de ustedes
no cumplen todos los Mensajes básicos de la Madre de Dios, ni incluso consiguen
rezar todas las Oraciones que Ella les mandó aquí. Por eso, no sean Orgullosos
ni Soberbios. Y acepten la dirección simple y recta que la Madre de Dios les da
aquí. Pues, el camino del Cielo es este: “Simples, directo y va directo al Corazón
de Dios”. Y comienza con la Palabra de Dios yendo simplemente y directamente al
corazón del hombre.
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