Toda
acción buena por insignificante que sea tendrá su recompensa, pero si además
esa acción buena se hace por amor a Dios, el tesoro que podéis conseguir es
inimaginable. Toda acción mala tendrá su castigo por insignificante que sea,
pero si además esa acción mala se hace por odio a Dios, el castigo también será
inimaginable si no os arrepentís de ello. Yo, Jesús, os hablo.
Haced
todo el bien que podáis en cada momento, no os planteéis si a quien se lo hacéis
lo merece o no. Yo en Mis juicios sabré si lo merece o no, pero el bien que
hagáis sea a quien sea, es un tesoro que podéis ir acumulando conforme vayáis aumentando
vuestras acciones buenas. Pero hijos, hacedlo por amor a Dios y a las almas,
porque entonces el tesoro llegará a la Vida Eterna, que no se quede solo en
simple sensiblería vuestro bien, sino en obras de caridad que os aumente la
virtud teologal y os vaya aumentando también los méritos para la Vida Eterna. Evitad
por todos los medios el mal, nada de guardar enconos a nadie, mucho menos a familiares.
Sed sufridos como Yo Jesús, Vuestro Redentor tuve que sufrir toda clase de vejaciones
e insultos e indiferencias, no solo en Mi Pasión sino también en Mi vida pública.
Yo, Jesús, os hablo.
Necesito
almas que hagan el bien, el verdadero bien, sin ningún interés, sin ningún reconocimiento,
solo ante Mi mirada, solo ante las miradas de los bienaventurados. No alardeéis
de que estáis ayunando, ni de que vais a la Adoración del Santísimo, ni alardeéis
de que rezáis tantos y cuantos Rosarios o rezos especiales. Guardad vuestros actos
de piedad y vuestras obras ante Mi mirada, que si Yo deseara que alguien las advierta
para dar ejemplo ya lo haré, y si hacéis
el bien y os ven, no os jactéis de ello, simplemente rectificar vuestras
intenciones y ofrecedlo todo con humildad al Cielo, para que los Sagrados Corazones
sepan lo que deben hacer con vuestras buenas obras. Yo, Jesús, os hablo.
Mi Madre
hizo en su vida terrenal muchísimo bien y no consta ni siquiera en los
Evangelios. Lo mismo Mi padre José, que hizo tantas obras de caridad y
misericordia. Es imposible vivir unido a Mí y no ser bueno, porque Yo Soy
bondad y os sumerjo en ella, pero si vosotros decís que vivís unidos a Mí y luego vuestras obras no son buenas, entonces
os engañáis miserablemente, porque quien Me ama y vive en comunión Conmigo hace
el bien, porque ello se deriva de nuestra unión común. Por tanto hijos,
examinaros bien, advertid vuestras reacciones e intenciones, y vosotros mismos podéis
ver por el camino que andáis, si el de la Vida Eterna o el del abismo infernal.
Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.
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