SÁBADO
SANTO
MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Queridos hijos, hoy,
cuando ustedes contemplan el sábado de Mi gran dolor y de Mi gran soledad cuando
quedé sin Mi Hijo, llorosa todavía, recordando todos los tormentos de Su
terrible pasión y al mismo tiempo rezando en la espera de Su gloriosa
resurrección, Yo vengo nuevamente para decirles: “Está para finalizar el gran
sábado santo de los últimos tiempos en que ustedes viven ahora.”
Sí, ahora ustedes han
vivido en un gran sábado santo que antecede la gran manifestación gloriosa de
Mi Hijo Jesús con Su retorno para renovar todas las cosas y para instaurar en
el mundo Su Reino de Amor.
Mientras ustedes viven
en este gran sábado santo todavía por ahora, el pecado, la muerte parecen
triunfar. La violencia se esparció por toda la tierra, la inmoralidad, la
deshonestidad, la corrupción de las costumbres y de la moral, la apostasía, la
pérdida de la verdadera fe, el avance de las falsas ideologías satánicas, el
comunismo, el protestantismo, el espiritismo, el modernismo, el ateísmo,
parecen ahora reducir a la humanidad a un cuerpo muerto en descomposición. Pero
en breve Mi Hijo Jesús hará sonar las trompetas de Sus Ángeles y Él bajará
repentinamente del Cielo en una gran nube luminosa para renovar los cielos y la
tierra, y para transformarla finalmente en el Reino de Amor de Nuestros
Corazones.
A ustedes Mis hijos
ahora pido apenas oración, confianza y perseverancia en el camino que mostré a
ustedes, porque este sábado santo de pecado, de perdición, de corrupción de las
costumbres y también de sufrimientos y tribulaciones para ustedes, está para
finalizar en breve y luego brillará la aurora de la resurrección de ustedes, o
sea, de la victoria de ustedes sobre todo aquello que Satanás hoy hace en este
mundo para llevarlo a la perdición y todo lo que él hace también para
atormentar la vida de Mis hijos, la vida de los hijos de Dios y hacerlos sufrir
para cansarlos y desanimarlos y hacerles perder la corona de la Vida Eterna.
Perseverancia Mis hijos,
perseveren en el camino de la oración, del amor, de la santidad que Yo les pedí
aquí, para que ustedes en breve puedan participar de la gran resurrección
gloriosa de toda esta humanidad perdida y como que muerta, y que como por
encanto, por milagro, resucitará para tornarse la nueva humanidad renovada y
realizada en Dios. Entonces, el mundo será el jardín de gracia, de gloria y de
santidad de la Santísima Trinidad, donde los hombres finalmente vivirán y
cumplirán aquello para el cual fueron creados, vivirán la finalidad de su
creación: amar, servir y adorar a Dios.
Está para terminar este
gran sábado santo que desde Mi Aparición en Fátima se extendió por todo este
siglo y aquí finalmente terminaré Mis planes comenzados en Fátima, llevando a
toda la humanidad y a todos ustedes a esa gloriosa y gran resurrección que
transformará a todos ustedes finalmente en el perfecto reflejo de la santidad,
de la perfección y de la belleza de la Santísima Trinidad que creó a ustedes
para Su mayor adoración, alabanza y amor.
Por ahora, este gran
sábado santo todavía debe permanecer un poco y es por eso que Mi Corazón
Inmaculado continúa sufriendo todavía hoy, por ver que muchos de Mis hijos
mueren espiritualmente todos los días en el pecado sin haber quién casi haga
nada para la salvación de Mis hijos. Este Mi gran dolor Mis hijos aumenta de
día para día, por eso, mostré a ustedes la señal de Mi dolor haciendo bajar
lágrimas hasta de sangre en muchas imágenes Mías en el mundo entero y también
en esta que está aquí para mostrar a ustedes cómo es grande Mi dolor, cómo es
grande Mi aflicción por ver que a cada hora que pasa, pierdo más y más hijos
que caen en el pecado y se pierden.
Es por eso que Mi
Corazón Inmaculado se siente tan consolado por Mi hijito Marcos, por todo lo
que él hace para Mí y por Mí. Y también es por eso que Mi Corazón Inmaculado es
tan consolado, se siente tan consolado por todo lo que Mi hijo Carlos Tadeo
hace por Mí, todos los cenáculos, oraciones, los sacrificios, el cansancio de
él de cada día para llevarme siempre más lejos, siempre a más hijos que todavía
no Me conocen.
¡Oh! Cómo es bello ver
a aquellos Mis hijitos desabrochando para el verdadero Amor por Mí, abrazando y
besando Mi Imagen Peregrina y Milagrosa con tanto amor. Yo siento esos besos,
esos abrazos, esos cariños de Mis hijos y eso seca muchas lágrimas dolorosas
que Yo derramo, consuelan Mi Corazón y Me llena de alegría, y todo eso, esos
Mis hijos Me dan, todo ese amor ellos Me dan, porque este Mi hijo amadísimo no
ahorrando esfuerzos ni sufrimientos, ni midiendo distancias, Me lleva siempre
más lejos a todos Mis hijos.
Sí, cómo es bello ver a
aquellos Mis hijos rezando tantos y tantos Tercios con él, cantando como
verdaderos niñitos que claman a la Madre del Cielo, que se entregan a la Madre
del Cielo, que se confían a la Madre del Cielo con amor, fe, gratitud, bondad y
verdadera sed de conocerme y amarme.
Sí, allí verdaderamente
Soy consolada y allí verdaderamente Soy amada, en primer lugar por Mi hijo
Carlos Tadeo y después por todos aquellos Mis hijos queridos que rezan con
tanto amor a Mí siguiendo el ejemplo, la dirección y el comando de él, que es
el capitán que Yo coloqué allá para dirigir Mi ejército. Sí, allí Soy consolada
y allí verdaderamente no Soy la Madre Dolorosa, Soy la Madre jubilosa, que se
ve siempre más amada, querida y escuchada por Mis hijos.
Y a todos ustedes
hijitos, pido la misma cosa, que consuelen Mi Corazón, escuchando Mis Mensajes
con amor, haciendo lo que Yo digo con amor, dándome sus corazones con amor y
procurando en todo seguir la orientación del capitán que les di aquí, Mi hijito
Marcos, que muestra para ustedes el camino seguro por el cual ustedes deben
seguir. Así, ustedes quitarán las espadas de dolor de Mi Corazón, quitarán
verdaderamente Mi tristeza, Mi dolor de Madre Dolorosa y Me darán
verdaderamente la corona de Madre Jubilosa que se ve siempre más amada,
obedecida y querida por todos Sus hijos.
Recen mucho Mis hijos,
recen por la juventud que se pierde en el pecado. Muchos jóvenes se perdieron
por culpa propia es verdad, pero muchos otros se perdieron porque los padres no
los criaron para la finalidad con la cual, por la cual y para la cual Dios les
dio la vida, que es amarlo, adorarlo y servirlo. Muchos padres no criaron a sus
hijos para amar, adorar y servir a Dios, pero los criaron para las cosas
mundanas. La mala educación es mucho peor de que no recibir ninguna educación.
Por eso Mis hijos, muchos jóvenes se perdieron, porque sus padres no supieron
educarlos y guiarlos para Dios. Por eso, recen por esos jóvenes que se pierden
en los vicios, que se pierden en los pecados. Yo sufro por ellos, porque en medio
de ellos habían muchos que serían buenos religiosos, que serían buenos padres y
madres de familia que darían muchos santos para Dios y para Mí, para tornar a
la humanidad mejor. Y esos religiosos buenos, esos buenos padres de familia, se
destruyeron, se estropearon, se perdieron, porque sus padres no supieron
criarlos para Dios, para ser conformes a la Voluntad de Dios. Recen por ellos
Mis hijos, para que Yo todavía pueda salvarlos por un milagro del amor
misericordioso de Mi Corazón.
Sí, Soy la Madre
Dolorosa que todavía hoy ve a esta pobre juventud que se pierde en el pecado,
pero Yo salvaré a esta juventud con el milagro del amor misericordioso de Mi
Corazón si ustedes rezaren Mi Rosario e hicieren los cenáculos, Mis grupos de
oración por todas partes. Salvaré a muchos jóvenes y los transformaré en
grandes santos para la mayor gloria y victoria de Dios.
Deseo que ustedes Mis
hijos recen en este mes de Abril durante 4 veces seguidas, la Coronilla del
Espíritu Santo tradicional, contemplando los siete dones del Espíritu Santo y
pidiendo esos dones, Yo quiero dar a ustedes esos dones, aumentando en ustedes
la sabiduría, el temor de Dios, la piedad, la ciencia, consejo, fortaleza,
tornando a ustedes verdaderamente instrumentos poderosos para la salvación de
muchas almas. Recen esa Coronilla que Mi hijito Marcos grabó para ustedes con
los Mensajes del Espíritu Santo. Así, Yo abrasaré a ustedes con el propio fuego
de amor del Espíritu Santo y dilataré sus corazones para derramar todavía más
en ellos Mi Llama viva de Amor.
Bendigo a todos, te
bendigo Mi amadísimo hijito Carlos Tadeo. En el día de hoy, en sábado santo, cuando
Yo lloraba de añoranza la pérdida, la muerte de Mi Hijo Jesús, tú fuiste Mi
Ángel consolador. Sí, Yo te veía todo el día y toda esa noche en Mi oratorio,
veía los cenáculos, las oraciones, el amor, el cariño, la fidelidad, la
obediencia que tú tendrías por Mí y Mis lágrimas de sangre inmediatamente se
tornaban lágrimas de oro, lágrimas luminosas, porque tu fidelidad, tu amor a Mí
consolaba Mi Doloroso Corazón.
Sí, e incluso Juan, Mi
discípulo amado, cuando entró en Mi aposento, tuvo también la gracia de verte
en aquella visión que Yo tenía, de conocerte y amarte. Él también fue incumbido
por Mí de rezar por ti, de interceder por ti y de ser también tu protector y
abogado, pues, tú vocación es ser incluso en tu estado de vida, ser Mi Juan, Mi
Juan consolador, Mi Juan de amor que va Conmigo adonde quiera que Yo vaya, que
Me lleva a Mis hijos, que cuida de Mí, que cuida de Mis intereses, que cuida de
la salvación de Mis hijos, que cuida de Mi gloria.
Sí, tú eres Mi pequeño
Juan y por esa causa, Yo y Juan estamos siempre contigo, estamos siempre a tu
lado protegiéndote, amparándote, guardándote y bendiciéndote. Tú no puedes
imaginar cuánta consolación diste a Mi Corazón Doloroso en sábado santo.
Sí, Mis lágrimas de oro
eran de alegría, de consolación por tu futuro amor. Permanece así, permanece
siendo Mi consolador y aquél que transforma Mis lágrimas de sangre que todavía
hoy derramo en lágrimas de oro puro, de alegría, júbilo y amor.
A ti, a Mi hijito
Marcos, el más obediente de Mis hijos, de Mis siervos y a todos Mis hijos
amados, Yo bendigo con amor: de JERUSALÉN… de NAZARET… y de JACAREÍ.”
MENSAJE
DE SANTA IRENE DE TESALÓNICA
“Amado hermano Carlos
Tadeo, Yo, Irene, estoy muy feliz por tu presencia aquí hoy. Hace mucho deseaba
que tú vinieses en un día en que Yo también apareciese aquí.
Te amo mucho. Mi nombre
quiere decir “Paz” y como tú debes llevar el mensaje de conversión, de oración
de la Madre de Dios que lleva la paz a todos los hombres, Yo también Soy tu
protectora y debo ayudar en tu misión de llevar estos mensajes, los cenáculos
de oración a todas partes, para que en todas partes reine la paz del Corazón Inmaculado
de María.
Todo día 5 de cada mes
haré algo muy grande, muy especial para ti. Yo disminuiré un mes de fuego en el
purgatorio de cualquier familiar tuyo que tú escojas. Sí, y en el día 5 de cada
mes también Yo te daré una bendición especial y sobre ti derramaré copiosamente
las gracias de los méritos de Mi martirio.
Yo te amo mucho y te
cubro siempre con Mi Manto de luz y de amor para defenderte de todo mal.
Llámame siempre, siempre que precises de Mí e inmediatamente vendré, te
ayudaré, confortaré y bendeciré.
Ve en paz. Yo, Irene,
sierva del Señor y mensajera de la paz, iré contigo a todas partes, bendiciendo
todas las casas adonde tú vayas.”
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