El primero de todos fue la decisión de reanudar esta tradición interrumpida durante los últimos años del mandato del presidente Obama.
Rodeado de líderes religiosos de distintas confesiones, el presidente Trump convirtió el evento en el marco para firmar una orden ejecutiva sobre libertad religiosa y libertad de expresión.
Los más izquierdistas creen que lleva demasiado lejos los privilegios fiscales de las iglesias y socava el principio de separación de la fe y el Estado. Otros análisis de perspectiva conservadora, como el de The Daily Signal o el de Ben Shapiro en The Daily Wire, creen que se queda demasiado corta y no cumple con lo prometido durante la campaña electoral. La comunidad judía en los Estados Unidos opina que el decreto favorece, en particular, a los cristianos evangélicos que apoyaron la campaña de Donald Trump.
El decreto, que puedes leer completo aquí, tiene implicaciones prácticas muy diversas.
El presidente ordena al Departamento del Tesoro que sea “indulgente” en la aplicación de la llamada enmienda Johnson, que, desde 1954, prohíbe a las iglesias que gozan de exenciones fiscales intervenir en las campañas electorales. En realidad, el señor Trump había prometido en febrero “destruir” esa enmienda que, según dijo entonces, limita la participación de las iglesias y el apoyo a actividades políticas.
Otro mandato del decreto firmado este jueves –con una pluma estilográfica que el presidente Trump regaló después a Alveda King, nieta de Martin Luther King y, en la actualidad, una destacada activista provida– es que los departamentos del Gobierno involucrados “consideren la posibilidad de revisar” las regulaciones que ahora limitan la objeción de conciencia de las organizaciones religiosas a contratar seguros de salud para sus empleados que incluyan el aborto entre sus coberturas.
Más
gestos: monjas de las Hermanitas de los Pobres estuvieron en un lugar
muy destacado de la ceremonia celebrada en la Casa Blanca, y en su
discurso, el presidente respaldó expresamente a esta organización católica, la misma que ha estado litigando en el Tribunal Supremo con la Administración Obama
para que se reconozca su derecho a la objeción de conciencia a los seguros de aborto.
Primer paso para derogar el ‘Obamacare’. La Cámara de Representantes aprobó por cuatro votos de
diferencia –217 a 2013– la reforma sanitaria de los Republicanos que reemplazará a la del presidente Obama.
El proyecto pasa al Senado, donde se introducirán enmiendas.
Una de las novedades de la reforma es que se cancelarán los fondos públicos para Planned Parenthood y otras empresas de abortos.
(The Daily Signal, The Atlantic, LifeNews, en inglés)
Honduras mantiene la protección del derecho a la vida. El Parlamento votó en contra de establecer el aborto en el país.
(Agencias, vía InfoCatólica)
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