21 nov 2017

Mensaje 12 nov 2017 - Jacarei: Hijos, mediten sobre el Cielo y sus Delicias Eternas...

MENSAJE DE LA 
SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
 

“Queridos hijos, hoy llamo a todos ustedes a pensar más en el Cielo.
Porque no meditan en el Cielo, ustedes se apegan fácilmente a las cosas mundanas que son pasajeras y que no pasan de un monte de polvo y ceniza.
Por causa de ‘Nada’, ustedes pierden ‘Todo’, ‘Todo’ que es el Cielo, que es Dios.
Paren y mediten, y vean que aquellas alegrías eternas, aquellas delicias eternas que esperan por ustedes en el Cielo, jamás acabarán.
La música de los Ángeles, Mi propio canto materno, la gloria, la belleza de Dios, también el brillo y la felicidad de los Bienaventurados.
Sí Mis hijos, todas aquellas alegrías, sobre todo, las revelaciones incesantes de Dios, de Sus misterios por toda la eternidad, que causan un éxtasis de amor sin fin en los Bienaventurados.

Todo esto es el premio que espera y que será dado a ustedes, si ustedes después de esta vida corta en la tierra fueren fieles a Dios hasta el fin y perseveraren en Su Amor.
Y acuérdense Mis hijos que allá en el Cielo, ustedes nunca más tendrán dolor, nunca más tendrán tristeza, ninguna lágrima más escurrirá de sus ojos, porque este mundo malo y viejo del pecado ya no existirá más para ustedes.
Allá en el Cielo también los Bienaventurados, de cuando en cuando, pueden ver los tormentos terribles de los condenados en el infierno. Y entonces conocen de qué tormentos pavorosos Dios los libró, Dios los salvó. Y entonces las almas de los Bienaventurados exultan de un amor, de una alegría, de una gratitud por Dios, de una felicidad indescriptible.
Por eso hijitos, hagan todo lo que puedan y más un poco todavía, para alcanzar aquellas moradas bellísimas que Yo preparo para ustedes en el Cielo.
Pero para que ustedes sean dignos de estas moradas, tienen que vivir el Evangelio, tienen que vivir los 10 Mandamientos, tienen que vivir las leyes de Dios Mis hijos.
Las leyes de Dios no pueden ser despreciadas ni cambiadas y, sobre todo, que vivan la Voluntad de Dios revelada a ustedes claramente cuando ustedes rezan profundamente y también en los acontecimientos de la vida que Dios les va mostrando. Y entonces, ustedes podrán cumplir el plan de amor del Señor y cumpliendo Su plan de amor, ustedes serán dignos del Cielo.
El Cielo sólo podrá ser poseído por aquellos que cumplen la Voluntad de Dios, por aquellos que, incluso perseguidos e incluso cargados de cruces pesadísimas, no desaniman y van valerosamente en frente hasta el fin como verdaderos héroes de la fe.
El Cielo sólo será de los héroes de la fe.
Por eso Mis hijos, recen para que ustedes tengan una fe fuerte y puedan ser dignos del Cielo que será reservado solamente para los héroes, para aquellos que fueren grandes en el amor, en la fe, en el sacrificio de sí mismos, en la generosidad, en la mortificación de la propia voluntad y, sobre todo, en la dedicación y obediencia a Dios en el amor.
Yo estoy aquí hace tantos años para ayudarles a tornarse fuertes en la fe, héroes en la fe, para que un día puedan ser coronados por Dios y por los Ángeles en la gloria eterna.
Continúen rezando Mi Rosario todos los días.
El Rosario aumentará en todos ustedes el deseo del Cielo y al desear el Cielo y la salvación, las almas de ustedes sentirán la necesidad de amar más a Dios, de amarme más, de trabajar más por la propia salvación y la de los otros, y también ustedes se tornarán cada vez más fuertes en la fe.
Hagan los grupos de oración y los cenáculos que Yo pedí por todas partes, porque ellos son la última esperanza de salvación de la humanidad.
Mi Hijo Jesús aún hoy es condenado de nuevo todos los días, no más por los judíos, pero por ustedes mismos. Cada vez que ustedes desobedecen la Voluntad de Dios, cada vez que ustedes desprecian lo que Dios les dice a través de Mí aquí, ustedes condenan y crucifican a Jesús de nuevo.
Por eso pido a ustedes: ‘No condenen más a Jesús a muerte. No lo crucifiquen más despreciando el amor de Él y la Voluntad de Él, pero antes, desprecien y crucifiquen la voluntad de ustedes mismos. Hagan la Voluntad de Mi Hijo que le es revelada aquí por medio de Mí y ustedes encontrarán el camino de la felicidad ya sobre la tierra que los conducirá a la felicidad que nunca acabará en el Cielo.’
Yo bendigo a todos ustedes Mis hijos y pido: ‘Den 10 películas de Mi Aparición a Mi hijita Madre Mariana ‘Voces del Cielo número 16’ y 10 ‘Voces del Cielo número 17’ para Mis hijos, para 10 hijos Míos. Para que ellos conozcan lo cuanto antes los mensajes que di a Mi hija, se conviertan, hagan penitencia y Me ayuden a salvar esta pobre humanidad.’
También deseo que ustedes den 10 palestras de Mi hijo Marcos Tadeo del día 27 de agosto de este año para 10 hijos Míos. Para que ellos puedan verdaderamente corresponder a Mi Amor, abrir sus corazones a Mi Amor y así Yo pueda a través del conocimiento, triunfar en ellos con amor y en el amor.
Yo bendigo a todos y especialmente a ti Mi amadísimo Marcos.
No temas hijo Mío, Yo estoy contigo todo el tiempo, nunca te fallé y nunca te fallaré. Todo lo que sufras estos días servirá para convertir nuevas almas.
Y quédate sabiendo que ningún sufrimiento permitido a ti fue en vano. Tú debes acordarte que hace 21 años atrás una vez estuviste muy enfermo. Cuando Yo te pregunté si aceptabas una enfermedad para convertir y salvar almas, tú aceptaste.
Y entonces, muy enfermo, tú fuiste para el hospital con una fiebre altísima que ningún remedio podía bajar. Y entonces fuiste colocado sobre piedras de hielo, para que entonces la fiebre bajase. Tu cuerpo quedó todo de un color rojo. Tú no sabías más lo que estaba sucediendo a tu vuelta, ni oías más claramente a las personas y ni sabías más dónde estabas.
Realmente tuviste la impresión que morirías. Pues bien, todo aquel sufrimiento que ofreciste a Mí por las almas, sirvió para preparar las grandes gracias que ahora estoy concediendo a tu padre espiritual Carlos Tadeo.
Todo aquel sufrimiento ofrecido a Mí, Yo lo guardé y lo convertí en las gracias que ahora él está recibiendo. También sirvieron para conseguir para Mí la gracia de venir aquí, y al venir aquí, conocerme, amarme y ser marcado por Mí con Mi materna señal. También sirvieron para salvar las almas de Mis hijos Gabriel, Djallys y Michael. 
También tú debes acordarte que hace 20 años atrás, tú también un día tuviste un gran sufrimiento, uno de los más atroces, que verdaderamente hizo con que tú quedases enfermo sin voz durante toda una semana. Pues bien, todo aquel sufrimiento sirvió para salvar el alma de Mi hijo Edgar y también para atraer sobre la familia Yoshida las grandes gracias que durante todos estos años Yo les derramé.
También sirvieron para otras almas que a medida que el tiempo pase, iré revelando. Pero que tú sepas hijo Mío que estoy siempre contigo, siempre a tu lado y Yo nunca permitiré ningún sufrimiento sin razón.
Que tú confíes y sepas que el sufrimiento ofrecido con amor y generosidad, se transforma en gracias superabundantes, una lluvia de misericordia para muchas almas sobre la tierra entera.
Quédate sabiendo que Mi hijo Fray Joaquín del Monte Carmelo también te vio muchas veces en visión en la torre derecha de la Basílica vieja. Allí cuando a veces él contemplaba, gustaba de rezar y contemplar a lo lejos el valle del Paraíba, el río Paraíba.
Allí él te vio hijo Mío, y su corazón se rejubiló por saber que un día Yo suscitaría un apóstol que finalmente terminaría Mis planes comenzados allí. Y él siempre rezó por ti para que tú pudieses tener la fuerza de llevar la cruz hasta el fin, hasta la resurrección gloriosa, hasta Mi triunfo. Por eso no temas.
Cuanto más numerosos son aquellos que son por ti en el Cielo, de que aquellos que son contra ti en la tierra.
Yo te bendigo y bendigo a todos Mis hijos aquí presentes: de FÁTIMA… de APARECIDA… y de JACAREÍ.”

Después de tocar en los rosarios...
(María Santísima): “Conforme Yo ya dije: ‘Adonde quiera que uno de estos rosarios llegue, allí Yo estaré viva con Mis Ángeles derramando grandes gracias sobre todos Mis hijos.’
A todos nuevamente bendigo, especialmente a ti Mi hijito Carlos Tadeo. Sigue en frente amándome y tornándome amada por todos Mis hijos. Sobre ti y sobre todos los que Me aman, baje ahora la abundancia de las gracias del Señor.”

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