Hijos queridos de los Sagrados Corazones, soy Miguel Arcángel
quien os habla, y os pido que toméis muy en serio lo que os voy a decir.
Este planeta está lleno de malignos espíritus por
todas las partes, y los tenéis muy cerca de vosotros aunque no los veáis. A
muchos os influyen sus nefastas tentaciones y os hacen pelear con vuestros cónyuges,
hijos o padres y les seguís el juego que es lo que ellos quieren, porque nada
desean más que dividir, dividir y dividir.
Yo soy el Arcángel encargado de luchar contra ellos y
por eso debéis de invocarme a menudo, incluso si podéis tened una imagen mía en
vuestros hogares. Ellos me temen porque ya les gané -con el poder de Dios- la batalla
que hubo en el Cielo cuando se rebelaron contra Dios Creador. Ahora ellos saben
que Dios no me ha quitado el poder de vencerlos, pero es necesario que me
invoques y creáis firmemente que puedo libraros del mal que ellos hacen, porque
ellos todo lo que hacen es romper, dividir, tentar y hacer que los jóvenes caigan en vicios y en obscenidades que
tanto disgustan a Dios.
La oración a San Miguel Arcángel deberíais decirla
cada día, porque es poderosa y está llena de gracias para aquellos que me invocan
y piden a través de esa oración mi ayuda. Nada deseo más que ayudaros en las batallas
contra el mal y el Maligno. La Santísima Virgen se alegra mucho cuando por mi
medio vencéis al diablo y a todas sus asechanzas.
El diablo no puede desear ningún bien para nadie, ni siquiera
para el mismo, porque está confirmado en el mal por toda la eternidad. Ya no
hay vuelta de hoja, su maldad es para toda la eternidad y aunque le ofrecieran
un bien ya no puede cambiar porque está confirmado en el mal y así vivirá
eternamente. El no goza en el mal, pero esa es la vida que escogió, cuando pudo
escoger como otros Ángeles ser fieles y dóciles a Dios. No quisieron someterse
a las normas divinas y sus consecuencias fueron nefastas para toda la
eternidad. Pero vosotros, hijos de los Sagrados Corazones de Jesús y de María,
sí podéis escoger el camino santo y directo que os llevará a la eternidad dichosa,
y debéis empezar ya, haciendo lo primero
una buena confesión, soltando todo el lastre que tenéis acumulado desde hace
años y que no queréis reconocerlo ni recordarlo.
Hijos de Dios, haced un buen examen de conciencia y confesad cuanto antes, porque Dios tiene Su tiempo y vosotros no sabéis hasta cuando os tendrá vivos en este planeta. Yo, Miguel Arcángel, Príncipe de las Milicias Celestiales os hablo y os advierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario