MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Queridos hijos, vine a
Jacareí para llamar al mundo entero a la conversión por la última vez.
En el antiguo testamento,
Dios intentó conquistar el corazón, el amor de Sus hijos, haciendo promesas,
liberándolos de la esclavitud de Egipto, abriendo el mar rojo, mandando el maná
y profeta tras profeta para anunciarles Su Amor y conquistar sus corazones. No sirvió. Después, envió castigos, la
esclavitud del pueblo de Dios e incluso así no sirvió. Por fin, mandó a Su propio Hijo y ellos lo mataron.
Ahora, Dios envía a la
Madre de Su Hijo, la Madre de todos ustedes, para intentar conquistar sus
corazones por la última vez. Si ustedes
no atendieren a Mis llamados y si ustedes frustraren la última tentativa del
Señor de conquistar sus corazones, no habrá más remedio para el mundo y
entonces vendrá el gran castigo.
Yo misma inspiré siempre
a Mi hijo Marcos a decir esto y repito nuevamente: ‘Esta es la última tentativa de Dios de conquistar sus corazones y de
salvarlos de los castigos por medio de Mí.’ Abran sus corazones y digan ‘Sí’
a Mis Mensajes, a Mi Amor, para que Yo pueda salvar a ustedes de los horrorosos
castigos que están preparados y también del fuego del infierno.
Conviértanse sin demora,
porque ya estamos en la última media hora del día de Dios. Prueben su amor por
Dios y por Mí con obras, no con palabras y vivan en la verdad, porque todo
aquél que no vive en la verdad, no entrará en el Reino de los Cielos.
Recen Mi Rosario todos
los días, vivan de oración hasta que la oración se torne alegría y la fuerza
del alma de ustedes. Recen, recen y recen.
En la oración, ustedes
encontrarán o las respuestas que ustedes procuran o entonces por medio de la
oración, Dios moverá a ustedes hasta las respuestas que ustedes procuran en los
acontecimientos de la vida.
El Espíritu Santo siempre
inspirará el corazón de aquellos que rezan y los conducirá por la vía
cierta de la verdad que los llevará hasta Dios.
Deben ahora rezar más por
la paz del mundo que se encuentra en gran peligro y vigilar y orar, porque el
demonio desea ahora hacer caer a muchos
en la apostasía. Por eso, recen, recen y recen.
Mi Rosario es la señal
certísima de predestinación, o sea, de que un alma que lo ama, será salva. Récenlo, para que así, Yo
pueda salvar a ustedes y conducirlos a todos en seguridad a Dios.
A todos Yo bendigo con
amor y especialmente a ti Marcos, el más obediente de Mis hijos: de LOURDES… de
APARECIDA… y de JACAREÍ.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario