8 de Noviembre del 2017
Mensaje Público
Nuevamente
veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios
Padre. Dice: “Yo soy el Padre de cada generación, el Señor su Dios.
Toda oración, ya sea a la Santísima Madre, a Mi Hijo o a Mí, hace eco en
la Divina Voluntad de Mi Corazón. Mi Voluntad determina las
circunstancias y el resultado de cada momento presente. Yo hago buenas
las decisiones débiles y fortalezco los esfuerzos humanos. Ofrezco
gracia a los corazones más dignos y a los más indignos. Yo revelo el
bien y expongo el mal. Mi presencia siempre está en medio de ustedes,
motivando el bien sobre el mal por medio de los ángeles que Yo pongo a
su alrededor.”
“Cada petición, cada deseo, es
conocido por Mí. Nadie es tan insignificante como para no recibir Mi
atención. Si tienen una preocupación, esa también es Mi preocupación.
Yo actúo en silencio y en formas invisibles para lograr Mi bien. Muchas
veces ustedes no ven las formas en que Yo actúo como bien. No ven el
anticipo de la victoria de Mi Voluntad, la cual elude los errores del
hombre y produce cosas buenas.”
“Le digo estas
cosas al mundo para ayudar a todos a ver que nada se escapa de Mi
atención. Nada está oculto para Mí; ninguna intención, ningún
propósito o meta. Crean que Yo sé todas estas cosas y, luego, confíen
en Mí para lograr lo que es mejor para ustedes.”
Lean 1ª Corintios 4:5
Por
eso, no hagan juicios prematuros. Dejen que venga el Señor: él sacará a
la luz lo que está oculto en las tinieblas y manifestará las
intenciones secretas de los corazones. Entonces, cada uno recibirá de
Dios la alabanza que le corresponda.
Filipenses 4:6-7
No
se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la
oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar
sus peticiones a Dios. Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que
podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos
de ustedes en Cristo Jesús.
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