MARZO 08 2018 3: 40 P.M
Hijos míos, mi paz sea con vosotros.
Mi pequeño Nabí, me siento muy
triste por todos los ultrajes, profanaciones y sacrilegios, que se
están cometiendo a diario contra mi Divinidad en muchas de mis Casas;
todo esto, por la comodidad de muchos de mis Pastores que permiten que
sea ultrajado por manos que no están consagradas por el Ministerio
Sacerdotal. Una vez más os digo, mi Cuerpo y mi Sangre, sólo pueden ser
tocados por manos consagradas de mis Sacerdotes y Ministros: Obispos,
Cardenales y el Papa. Ningún laico puede tocarme, ni puede manipular mis
Utensilios Sagrados. El Cáliz donde permanezco en el Sagrario, sólo
puede ser tocado por mis Sacerdotes, sólo a ellos les he dado el poder
de hacerlo, manos no consagradas cometen sacrilegio.
Mis hijos fieles, no permitáis
este ultraje, hablad con mis Sacerdotes y decidles que sólo ellos
pueden tocarme. Me siento muy triste cuando llega el momento de darme
como alimento a mi rebaño y soy manipulado y tocado, por manos que no
son dignas de tocarme. Más dolor me produce cuando mi Sacerdote se
sienta y delega en mis hijos laicos el Sacramento de la Comunión. Miles
de partículas de mi Cuerpo y de mi Sangre a diario caen al suelo y son
pisoteadas, por no darle uso a la bandeja de comunión. Muchos de mis
hijos por falta de conocimiento, cometen a diario sacrilegio por
recibirme indignamente o en pecado mortal. Millones de mis jóvenes
fornican con sus parejas por desconocimiento de mis Mandamientos, y
luego vienen en mi día de precepto y sin confesarse, se acercan a
recibirme en comunión. ¡Cuánta evangelización hace falta en mi Iglesia,
sobre el tema de mis Mandamientos! Os digo: cada que comulgáis en pecado
mortal, os estáis comiendo y bebiendo el cáliz de vuestra propia
condenación.
Rebaño mío, debéis de
confesaros mínimo cada mes o de inmediato, cuando cometáis pecado
mortal; y debéis de comulgar mínimo cada semana en mi día de precepto.
Cuando lleváis mucho tiempo sin confesaros y recibiendo mi comunión,
cometéis sacrilegio; porque bien sabéis que lo más inicuo es el
pensamiento y con él pecáis a diario. Muchos de mis hijos llevan años
sin confesarce y cada semana en mi día de precepto se acercan a
comulgar. Os digo que estáis cometiendo sacrilegio y sois Reos de Culpa,
por este ultraje a mi Divinidad. Acordaos de lo que dice mi Palabra:
Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de Mí . (
Mateo 15. 8 )
Pastores de mi Rebaño,
evangelizad a mi pueblo y habladle sobre mis 10 Mandamientos, porque
falta mucha evangelización, sobre este trascendental tema. Se vienen
cometiendo infinidad de profanaciones y ultrajes a mi Divinidad, que
entristecen mi Corazón Amante. Una vez más os digo pastores de mi
rebaño: sólo a vosotros os dí la potestad y el carisma para guiar a mi
pueblo y alimentarlo; vosotros sois responsables ante Mi, por todos los
ultrajes y profanaciones que a diario recibo de parte de mis hijos
laicos. Os pregunto: ¿qué me responderéis mañana cuando os presentéis
ante Mi? Soy ultrajado a diario en muchas de mis Casas y muchos de
vosotros no hacéis nada por remediarlo. Vuestro silencio y displicencia
os juzgarán mañana.
Recapacitad pastores de mi
rebaño y no sigáis permitiendo tan vil atropello a mi Divinidad.
Acordaos, al que mucho se le da, mucho se le exigirá; tened en cuenta
estas palabras, meditadlas y ponedlas en práctica, para que mañana
cuando os presentéis ante Mí, no tenga que deciros: No os conozco, ¡
Apartaos de Mi !
Mi paz os dejo, mi paz os doy.
Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca. Vuestro
Maestro, Jesús Sacramentado. El Amado, que no es Amado.
Hijos míos, dad a conocer mi mensaje a mis pastores y a mi rebaño
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar