30 abr 2018

29 abr 2018 - España: San Miguel - Orad, Satanas no puede con las almas de oracion...

Alabado y bendecido sea por siempre el Señor. Hijos de Dios Altísimo, orad unos por otros porque el mundo está en manos de Satanás y su finalidad es destruiros a todos. Yo, Miguel Arcángel, os hablo.
 

Orad hijos, orad una y otra vez para que no caigáis en tentación. Dios no quiere que os hundáis en el fango de los vicios y del pecado, pero Él en Su justicia respeta vuestra libertad y no os obliga a seguirlo si vosotros no queréis. La oración es un arma súper poderosa que aleja al Maligno de vosotros y de  vuestros familiares, si vuestra oración es de corazón y la hacéis con fe.

Orad hijos de Dios Altísimo y no bajéis la guardia. Tenéis que hacerlo a diario y perseverar en la oración, Satanás no puede con quien ora y lo que más odia son las almas de oración, como lo fue vuestra Santísima Madre Celestial. Pedid al Espíritu Santo Su luz, Su fortaleza y Su sabiduría. Pedidle Sus santos dones, para que recojáis Sus frutos. Poned vuestras súplicas y oraciones, en las manos inmaculadas de María Santísima, nuestra Reina y vuestra Madre, y sed constantes en no dejar la oración. Yo, Miguel Arcángel, os hablo.

Vosotros no sabéis con exactitud la maldad del mundo. Hay personas totalmente influenciadas por Satanás y ni ellos lo saben. Gobernantes, políticos, médicos, enfermeras, sacerdotes también y hasta obispos. Muchas, muchas almas están influenciadas por Satanás porque no oran y aunque cumplan con sus trabajos, no cumplen con Dios como deben de cumplir, orando y practicando asiduamente los sacramentos. No dejéis pasar ni una mota de pecado, porque esa mota trae otra y otra y otra, y tan pronto veáis que habéis cedido al pecado aunque sea venial o a la imperfección, haced actos de reparación por todo ello. Y cuando veáis que la tentación es fuerte y quiere haceros caer en pecado mortal, acudid cuanto antes al confesionario y abrid vuestras almas al confesor que representa a Cristo y es Él quien os escucha y os fortalece. Yo, Miguel Arcángel, os hablo.

Hijos de Dios Altísimo, hijos de María Inmaculada, no perdáis el Cielo por unos cuantos placeres de esta vida, que además os dan una felicidad engañosa, no verdadera, sólo Dios puede daros la auténtica dicha y el gozo verdadero que el mundo no os puede dar. Por tanto, hijos de Dios Altísimo, orad, orad y orad y no dejéis de hacerlo. La oración es vuestro escudo protector contra el Maligno y cuando oréis, poned a vuestra familia en la oración y poned a todos los que en el mundo sufren y son tentados y además caen en la tentación porque no tienen una vida de oración. Yo, Miguel Arcángel os  hablo y os instruyo. La paz de la Santísima Trinidad esté con todos vosotros.

1 comentario: