28 de Marzo del 2020
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Hijos, estos tiempos son insólitos; no
tan distintos a los tiempos de Noé. Noé estaba amenazado por un
diluvio. En estos días, su bienestar está amenazado por un virus. Noé y
su familia esperaron largos días para que parara la lluvia. Ustedes,
hijos Míos, tienen que esperar y esperar con paciencia a que este virus
se extinga. Noé estuvo amenazado por un enemigo visible: la
lluvia. Hoy, ustedes están amenazados por una fuerza invisible: un
virus.”
“La amenaza actual es real, así como el diluvio fue real. La
diferencia es que, hoy, ustedes están enterados de Mi llamado a la
oración. Ustedes reconocen esta amenaza y conocen las precauciones que
deben tomar para evitar este peligro. El peligro actual no los toma por
sorpresa gracias a los esfuerzos de la comunicación moderna. No
obstante, este peligro sí les llega estando distraídos y
desprevenidos. La oración, sin embargo, puede protegerlos y cambiar las
cosas. Por lo tanto, conforme luchan por recuperarse, dispongan sus
corazones a un esfuerzo unido de oración pidiendo por ustedes mismos,
por la familia y los amigos, por su nación y por el mundo.”
Lean Génesis 8:10-12
Luego esperó siete días más, y volvió a soltar la paloma fuera
del arca. Esta regresó al atardecer, trayendo en su pico una rama verde
de olivo. Así supo Noé que las aguas habían terminado de
bajar. Esperó otros siete días y la soltó nuevamente. Pero esta vez la
paloma no volvió.
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