María Santísima:
Amados hijos mios, nuevamente vengo a llamaros a la oración, a la penitencia
a la conversion. Estas apariciones aquí en Jacareí son las últimas para la
humanidad y el último llamado, la última oportunidad que Dios da al mundo
entero.
Aprovechad este tiempo para convertiros sinceramente y volver a Dios por
el camino de la oración, de la renuncia al pecado y las seducciones del mundo.
Caminad por esta estera luminosa que os muestro aquí en con mis mensajes
para que seais grandes santos, para que podáis realizar perfectamente la
voluntad del Dios.
Caminad por esta senda luminosa que os muestro con mis mensajes, en esta
estera de oracion, oracion que os llevará a vivir cada vez más con Dios, en
Dios y por Dios, oración de corazón que os eleva y os une al Señor.
Por la estera, por la senda del sacrificio, que os llevará a hacer y a
sufrir todo por Dios con amor, todo por la salvacion de las almas, con amor.
Seguidme por esta estela, por la senda de la penitencia que os llevará a
sentir verdaderamente dolor de vuestros pecados y a procurar de todos modos
repararlos y no volverlos a cometerlos jamás. Entonces, seguiréis el camino
de la salvación que os conducirá al Cielo junto a Dios.
El tiempo se acaba, no perdáis el tiempo en las cosas efímeras, en las
cosas vanales, ocupaos en el negocio de vuestra salvación, porque es
el negocio más importante de vuestra vida.
Las personas del mundo, cuando pierden dinero, cuando pierden algún bien,
una casa, un coche, se impacientan y emprenden todos los esfuerzos para
recuperar sus bienes perdidos. Solamente de su propia alma es que los
hombres no se preocupan así. Solamente con su alma los hombre no muestran
esta misma solucitud para salvarla.
Por eso vengo a deciros, ocupaos del negocio de vuestra salvación, colocarlo
en primer lugar en vuestras vidas, para que verdaderamente vuestra existencia
sea victoriosa. Dejad lo que no vale la pena, porque de nada os valdrá ser
ricos, famosos, queridos o amados por otros si vais a perder vuestra alma y
esta acabare en el fuego del infierno.
Por eso, trabajad por la salvación de vuestras almas en primer lugar para
que vuestra vida sea valiosa y su valor perdure para toda la eternidad en
el cielo y en la tierra, llevando con vosotros otras almas por el mismo
camino, de la conversión, santificación, por el camino perfecto del amor
de Dios.
Porque os amo mucho, estoy con vosotros en todos los sufrimientos y dificultades.
Continuad rezando todas las oraciones que yo os dí aquí, porque por medio
de ellas os conduciré por el camino que os llevará hasta Dios.
No olviéis nunca que yo soy vuestra Madre, pero un día sere vuestra jueza. Por eso, convertiros
sin demora y volver a Dios.
Venid a mi, que puedo daros todas las gracias para vuestra salvación, gracias
que no niego a nadie que me las pida. Todo lo que pidáis a través de mi
corazon Inmaculado lo presentaré al Corazón Sagrado de mi Hijo, por los
méritos de mis lagrimas, de mis dolores y por medio del santo rosario, todo
os será dado.
Bendigo a todos en Caravaggio, de Savona, y Jacareí.
La paz mis hijos, la paz Marcos, el más esforzado y obediente de mis siervos
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