17 de Septiembre del 2017
Mensaje Público
Nuevamente
veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios
Padre. Dice: “Yo soy la entidad paternal, el Dios de todas las
generaciones. Yo soy la presencia que el hombre busca en el mundo. Su
Nación está ocupada reconstruyendo las áreas que la tormenta destruyó e
intentando recuperar lo perdido. Muchos han sufrido. Yo también estoy
tratando de reconstruir y recuperar lo perdido. Mi Iglesia ha sido
devastada por una tormenta de liberalismo. Tiene que ser reconstruida
en los corazones alrededor del mundo. La destrucción de la que hablo
permanece oculta, invisible a simple vista. Yo no necesito de fondos
masivos para reconstruir Mi Iglesia, como los necesita su Nación para
reconstruir el daño de las tormentas. Yo necesito corazones dispuestos a
aceptar y defender la verdad. Las verdades de la fe han sido golpeadas
y debilitadas. Existe Satanás buscando la destrucción de las almas.
Existe el pecado, que le roba al alma su salvación. Existe el Cielo y
el Infierno.”
“Este Ministerio es el antecesor
de Mi Resto Fiel. Yo vengo para fortalecer a los espiritualmente
débiles y para ofrecer albergue a quienes reconocen la tormenta dentro
de la Iglesia. Yo vengo para unificar la fe –una sola Iglesia– en unión
con Mi Divina Voluntad. Yo vengo para exponer la verdad revelando el
mal. Hereden estos Mensajes como el cimiento de Mi Resto Fiel.”
Lean 2ª Timoteo 4:1-5
Yo
te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los
vivos y a los muertos, y en nombre de su Manifestación y de su Reino:
proclama la Palabra de Dios, insiste con ocasión o sin ella, arguye,
reprende, exhorta, con paciencia incansable y con afán de enseñar.
Porque llegará el tiempo en que los hombres no soportarán más la sana
doctrina; por el contrario, llevados por sus inclinaciones, se
procurarán una multitud de maestros que les halaguen los oídos, y se
apartarán de la verdad para escuchar cosas fantasiosas. Tú, en cambio,
vigila atentamente, soporta todas las pruebas, realiza tu tarea como
predicador del Evangelio, cumple a la perfección tu ministerio.
Hebreos 3:12-13
Tengan
cuidado, hermanos, no sea que alguno de ustedes tenga un corazón tan
malo que se aparte del Dios viviente por su incredulidad. Antes bien,
anímense mutuamente cada día mientras dure este hoy, a fin de que nadie
se endurezca, seducido por el pecado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario