4 de Mayo del 2018
Mensaje Público
“Yo soy el Padre de toda la gente.”
“Cada sacerdote ha sido o es desafiado en su fe, pues esa es la
manera de debilitar el bien en el mundo y la forma en que Satanás ataca a
todos en quienes los sacerdotes ejercen influencia. Vengo a la Tierra
hoy para ofrecerles Mi fuerza. Estén cerca de Mi Hijo en Su Presencia
Real en la Eucaristía. En sus necesidades, dependan de Su
intervención. Ningún sacerdote es un sacerdote por elección propia. El
sacerdote está llamado a servir. Reconcíliense con esta verdad. Esta
es la clave para la paz de corazón. Mantengan sus corazones en el Cielo
y en guiar a otros al Cielo.”
Lean Colosenses 3:1-10
Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes
del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan el
pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la
tierra. Porque ustedes están muertos, y su vida está desde ahora oculta
con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, que es nuestra vida,
entonces ustedes también aparecerán con él, llenos de gloria. Por lo
tanto, hagan morir en sus miembros todo lo que es terrenal: la lujuria,
la impureza, la pasión desordenada, los malos deseos y también la
avaricia, que es una forma de idolatría. Estas cosas provocan la ira de
Dios sobre los rebeldes. Ustedes mismos se comportaban así en otro
tiempo, viviendo desordenadamente. Pero ahora es necesario que acaben
con la ira, el rencor, la maldad, las injurias y las conversaciones
groseras. Tampoco se engañen los unos a los otros. Porque ustedes se
despojaron del hombre viejo y de sus obras, y se revistieron del hombre
nuevo, aquel que avanza hacia el conocimiento perfecto, renovándose
constantemente según la imagen de su Creador.
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