3 de enero de 2006
La
paz esté contigo; mírame; Mi amiga y Mi compañera, mira a tu Rey y
afianza tus pasos… rinde homenaje a Mi Santo Nombre puesto que te he
permitido estar presente en Mi Sagrado Corazón y en Mis Atrios; he
ungido tu cabeza con óleo para que proclames Mi Palabra y Mi Gloria
perpetuamente; dar
de beber a yermos solitarios y hacer que florezcan los árboles donde
todo está muerto es verdaderamente Mi delicia; ¡Me deleito dando la
vida! supremo en poder y gracia, Yo Soy; medita sobre Mis maravillas,
hija; has viajado alrededor del mundo Conmigo para proporcionarte
capacidad de palabra; es justo decir, en cada encuentro, que hemos
viajado juntos; vamos, ¿has creído por un instante que el Pastor
abandonaría a Su cordero? has sido autorizada por Mí a hablar en Mi
Nombre, a repetir Mis Palabras y a dar a conocer Mi Voluntad a Mi
pueblo, a consolarlos y alentarlos, para hacer que Mi Espíritu sujete a
los espíritus malignos; no tienes más que abrir la boca para que Yo la
llene…
Es
bien sabido que la boca de los virtuosos es una fuente dadora de vida;
los labios de las almas virtuosas alimentan a una multitud; la
revolución de estos tiempos es no reconocerme como un Dios vivo; los
poderes de esos espíritus de las tinieblas son fuentes ocultas en el
mismo terreno sobre el que estáis viviendo; Yo estoy arriba y me lleno
de indignación, ¡porque ésos son después de todo Mis hijos e hijas![1]
Cegados, pues, por el pecado, sus faltas no están nunca presentes en su
mente; esas fuerzas malignas crean rebelión, y la negación de Mi
existencia forma parte de su conversación actual; pero Yo te digo: desde
el Este brillará Mi Gloria, impulsada por el Aliento de Mi Espíritu
Santo; el Este se levantará; espera y verás, hijita Mía;traer
de lejos a Mis hijos e hijas, volando de vuelta a Mí, será el menor de
los dones para Mi Iglesia, porque el mayor será cuando Mi Iglesia se
reconcilie y se una; porque ahora Mi Iglesia está en plena confusión y
lanzada de un lado a otro por el maligno; hay desconfianza entre los
pastores cuando se trata de hablar de unidad; muchos de ellos no dicen
la verdad; al comienzo te revelé como habían mutilado Mi Cuerpo;
el
Cielo está en duelo y muchos de Mis pastores no son conscientes de que
Mis Ojos están derramando lágrimas de sangre; ¡señales! ¿qué conclusión
sacan de ellas? ¿quién de ellos ha tratado de entender su significado?
Te
he metido en esta batalla de vuestros tiempos, en la lucha contra el
pecado, así que levanta el mentón, hija, estoy allanando la senda que
estás pisando mientras que tus manos llevan Mis Mensajes que dan vida, y
si la oposición se endurece contra ti, soporta es cruz por Mí; estoy
aquí para guiar tus pasos, ¿sabes? mantendré Mis Puertas abiertas
continuamente para aquellos que quieran volver a Mí; comunica a voces el
Mensaje de arrepentimiento y continúa recordando las verdades que te he
dado; conduce a Mi pueblo a vivir una Verdadera Vida en Mí; ten confianza porque Yo estoy a tu lado ic ¡ven![2]
adora a nuestro Señor; soy Daniel, tu ángel guardián y el guardián de
la puerta de la Justicia; el Señor te dará fuerza para vencer a tus
perseguidores; el Glorioso y Todopoderoso te llevará con lazos de Amor a
triunfar sobre ellos y sobre los que sofocan todas Sus Obras; Emmanuel
te mantendrá en Su Ardoroso Abrazo para siempre, mientras tú continuarás
alimentándote de Él; y yo seguiré alegrándome de verte unida
eternamente al Altísimo y, mientras te vigilo, mis ojos se llenan de
lágrimas de gozo; ¡alégrate! porque no tienes ni idea de lo que el
Señor, Dios, te ofreció aquel día sagrado en que Se acercó a ti,
temblando de emoción, mientras que Su Mirada no se apartaba un momento
de ti y Sus Manos destilaban óleo de unción para ungirte; y al
contemplar esa formidable visión del Salvador acercándose a Su
bien-amada, lleno de gracia en Su Semblante, yo también temblaba de
emoción ante esa asombrosa visión; luego, siempre con la misma suavidad,
el Rey se inclinó sobre ti y te ungió, reviviéndote; - te hizo florecer
-;
¡Oh
Dios, tan misericordioso y tierno de corazón! ¡Te glorifico, Mi Señor!
¡cada Obra que realizas está llena de Gloria y Majestad, y tu Rectitud
no puede mudarse jamás! ¡dichosos todos los que se refugian en Ti!
porque Tú obras maravillas para aquellos que amas…
Vassiliki,
yo también soy tu guardián; por muy duramente que te hostiguen los
impíos, yo te consolaré y te bendeciré siempre… las oraciones desde el
fondo del corazón de un ser ungido son muy poderosas; ora pues con
confianza; yo Daniel, te traigo la Paz de nuestro Señor; ¡siéntete amada
por Él! - Daniel -
5 de enero de 2006
ahora ya no tengo la menor duda,
después de todos los años que han pasado,
de que Tu Palabra, oh Señor, ha venido a mí;
sí, Señor, a una débil criatura,
que, merced a Tu Poder y Tu Autoridad,
ha conseguido transmitir Tu Palabra
a los demás;
me has revelado
de una manera inefable
Tu Santidad y Tu Voluntad;
me has confiado Tu Palabra
para recordar a las naciones
su deber hacia Ti,
y para transmitir a cada ser
que los estás llamando a todos
a reconciliarse Contigo
y con sus hermanos;
me has estado enviando
para hacer regresar a las naciones
a la obediencia y al amor,
me has estado enviando a Tus pastores
para llevar a las Iglesias a arrepentirse
del pecado de la división,
y a reconciliarse unas con otras
y unirse: una tarea muy difícil,
por encima de la capacidad humana;
porque este Mensaje en sí
toma la forma de una serie de amenazas;
¿quién de ellos ha aceptado humildemente
Tus reproches? dime, Señor,
¿cuál de esos poderes dirigentes
se ha inclinado para escuchar?
sopesa a tu pueblo, Señor…
evalúalos… hasta ahora
¿quién está de Tu lado?
los míos me desprecian[3]
cuando transmito Tu Palabra
sobre la Unidad;
sí,
Vassula Mía, el demonio los mantiene separados; sin embargo, quédate en
paz y sé paciente…profetiza a Mi pueblo y no te desanimes nunca; no Me
entristezcas; ¡ahora ya sabes que Yo puedo hacer grandes cosas! ¡ten
buen ánimo! recuerda que Yo he sido, y sigo siendo, tu Maestro que te ha
ungido; la unción que te impuse abrió los ojos de tu alma y te enseñó
todo lo que tenías que aprender; estás ungida con la Verdad, e igual que
se te ha enseñado a ti, se enseñará también a otros; se sabe que he
derribado a reyes poderosos, a reyes famosos; siempre te arrebataré, Mi
flor, de las manos de tus opresores; y te proveeré de un Espíritu de
Fortaleza; de modo que permanece en Mí, donde obtienes vida en Mí; el
Cielo es de una belleza inefable, hijita Mía…; vivirás en el Cielo, en
Mí; con plenitud…
... y Dios estará a mi alrededor, en Mí
y por todas partes sobre mí,
dentro y fuera de mí;
el Cielo es para ser luz
y vivir en la Luz y ser uno con la Luz…
absorbida y disuelta en la Luz…
y existir, ser…
todo dentro de la Luz,
todos los asuntos mundanos,
todo lo del pasado y del presente
y todos los pensamientos en nuestro interior,
quedan olvidados, borrados, inexistentes,
y son reemplazados, en vez,
con la inefable y cautivadora dulzura de Dios
y una inmensa alegría del alma,
una libertad de espíritu,
una sed de seguir saboreando,
continuamente, esas consolaciones y favores.
que Dios solo, y únicamente Dios,
puede dar a un alma con Su Divino abrazo;
¡
no es de extrañar que los que han tenido
una experiencia extracorpórea
y han visto a Dios cara a cara,
aunque fuera por una fracción de segundo,
no quieran volver a la tierra!
ahora sé que Te poseo,
como Tú me posees a mí,
y que todas esas delicias
que experimento en Tu Presencia,
¡son dadas por Ti, Amante de la humanidad!
es para vivir una vida más allá del ser,
una vida de eternidad,
una vida que ilumina el resto del mundo;
todo
lo que te he enseñado en abundancia te ha sido dado gratuitamente; esto
solo es suficiente para ti... Te he estado dando lecciones bizantinas
de manera paternal para integrarte en Mí; te he dado vívidas imágenes[4]
del pasado y del futuro; te he revelado por gracia Mi Corazón y te he
permitido contar Sus latidos; he puesto fin a tu rebeldía y te he
introducido en Mi Corazón para que habites en Su interior; víctima de Mi
Alma, muévete en Mí, respira en Mí, vive en Mí; la Palabra habita ahora
en tu corazón ¡y esto me inunda de alegría! después de todo eres la
obra de Mis Manos y te he dado forma sin el menor esfuerzo; te he hecho
viajar por rutas accidentadas, pero así es como trato[5],
sí, a Mis amigos; sé Mi arpa y deléitame con tus expresiones, bendita
de Mi Alma, expresiones que has aprendido de Mí; no me prives de tu mano
ni de tu tiempo; Yo, el Señor, te bendigo…ic